martes, 28 de abril de 2015

Balacera y muerte en medio de un funeral

Alfonso Rodríguez Mejía, quien asistía a un funeral en el parque cementerio de La Esperanza de Ocaña, resultó muerto luego de que -según informó la Policía- se enfrentara a una patrulla que en el momento vigilaba los alrededores del campo santo.

El coronel Jhon Jairo Aroca, comandante del departamento de Policía en Norte de Santander, señaló que el occiso, conocido como Loncho, era explosivista de la compañía de milicias Resistencia Catatumbo de las Farc que delinque en los municipios de  Convención, La Playa de Belén, San Calixto, Teorama y Ocaña.

Los hechos se registraron promediando las 6:00 de la tarde del viernes. La balacera generó por varios minutos pánico y descontrol entre los demás asistentes al funeral de Hernando Meneses, oriundo del corregimiento de San Pablo, Teorama, en el momento en que estaba por concluir la inhumación. 

En el cruce de disparos, Rodríguez Mejía, de 22 años, resultó con un disparo en el ojo izquierdo y fue trasladado hacia la sección de urgencias del Hospital Regional Emiro Quintero Cañizares, donde murió la madrugada de ayer.

En los hechos, ningún uniformado resultó herido y se desconoce si más personas dispararon contra la patrulla.

“Cuando los policías requirieron al hombre hubo el intercambio de disparos y resultó lesionado (…) En el lugar de los hechos, se halló el arma de fuego con que el individuo atacó a la patrulla. El departamento de Policía continuará con las labores investigativas del caso”, indicó el coronel Aroca.

El cadáver de Loncho, natural de Convención, fue trasladado a la morgue del Instituto de Medicina Legal, seccional Ocaña, a la espera de que sea reclamado por los deudos.


Asistentes


De acuerdo a las versiones de testigos,  muchas personas acompañaban el sepelio  de Hernando Meneses, quien murió en San Pablo. El hombre era un conductor apreciado entre la comunidad, propietario de unos billares.

Según se conoció, Hernando salió rumbo a la vereda Soledad de Convención a llevar a una joven. Al parecer, por fallas mecánicas y el pésimo estado de la carretera se fue a un abismo. 

El carro rodó varios metros y la mujer logró salirse a tiempo.

El conductor sufría de epilepsia y murió quemado en el interior del automotor. Por disposición de los familiares las honras fúnebres se desarrollaron en el cementerio de La Esperanza.

De La O para Sucesos

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