La
versión entregada por Amado Avendaño Ortiz logró comprometerlo más que
beneficiarlo, siendo condenado a pagar 21 años y 4 meses de prisión por llevar
21 kilos de cocaína.
Amado fue detenido el 26 de febrero de 2013 por miembros de la Seccional de Tránsito y Transporte de la Policía Metropolitana en el peaje Los Acacios, vía Pamplona-Cúcuta.
El hombre, de 37 años, se desplazaba como acompañante en una camioneta conducida por su cuñado Yimmi Navarro Barbosa cuando fueron solicitados en un puesto de control para una inspección de rutina.
Según consta en el proceso judicial, un fuerte olor que provenía de la cabina del automotor despertó el olfato de uno de los policías que realizaba el procedimiento. El uniformado procedió a informar a sus superiores y decidieron trasladar el automotor a la Sijín en Cúcuta para una revisión más rigurosa en vista de que en el sitio no contaban con las herramientas necesarias.
“Al desmontar la silla trasera, los policías observaron que en la base del cojín había un compartimento sellado con tornillos e impermeabilizado con brea (…) Se le preguntó al conductor qué llevaba y dijo que 10 kilos del alcaloide (…) Ante ello, abrieron la caleta y hallaron 14 paquetes impregnados de grasa roja (…) al retirar la luz trasera izquierda (stop) hallaron 9 paquetes más y en el guardabarros derecho otros 9, para un total de 32 empaques plásticos con la droga”, señaló el juzgado.
Amado fue detenido el 26 de febrero de 2013 por miembros de la Seccional de Tránsito y Transporte de la Policía Metropolitana en el peaje Los Acacios, vía Pamplona-Cúcuta.
El hombre, de 37 años, se desplazaba como acompañante en una camioneta conducida por su cuñado Yimmi Navarro Barbosa cuando fueron solicitados en un puesto de control para una inspección de rutina.
Según consta en el proceso judicial, un fuerte olor que provenía de la cabina del automotor despertó el olfato de uno de los policías que realizaba el procedimiento. El uniformado procedió a informar a sus superiores y decidieron trasladar el automotor a la Sijín en Cúcuta para una revisión más rigurosa en vista de que en el sitio no contaban con las herramientas necesarias.
“Al desmontar la silla trasera, los policías observaron que en la base del cojín había un compartimento sellado con tornillos e impermeabilizado con brea (…) Se le preguntó al conductor qué llevaba y dijo que 10 kilos del alcaloide (…) Ante ello, abrieron la caleta y hallaron 14 paquetes impregnados de grasa roja (…) al retirar la luz trasera izquierda (stop) hallaron 9 paquetes más y en el guardabarros derecho otros 9, para un total de 32 empaques plásticos con la droga”, señaló el juzgado.
A juicio
Al día siguiente, ambos hombres fueron presentados ante el Juzgado Segundo Penal Municipal de Los Patios, quien legalizó sus capturas y les dictó medida de aseguramiento en prisión mientras avanzaba el proceso en su contra, sin que se allanaran a los cargos.
El 25 de abril del mismo año la Fiscalía presentó el escrito de acusación por el delito de tráfico de estupefacientes agravado y el 25 de julio inició el juicio oral y probatorio que culminó el 12 de diciembre de 2014.
Durante este tiempo la defensa de Amado Avendaño intentó demostrar su inocencia aduciendo que su defendido viajó desde una finca, donde trabajaba en Campo Dos, (Tibú) a Cúcuta para que le realizaran una resonancia magnética, pues recientemente se había caído de un caballo.
La defensa alegó que al llegar a la capital nortesantandereana se dirigió a la casa de una hermana en el barrio Coralinas, donde su cuñado se ofreció a llevarlo, pero primero le pidió que lo acompañara al municipio de Los Patios, sin saber qué llevaba en el automotor.
Para el juzgado no resultó consistente esta versión por tres razones principales. La primera, porque la supuesta cita médica estaba programada para las 9:00 de la mañana y con el cuñado salieron de la casa a las 8:30 a.m., por lo que evidentemente no alcanzaría a llegar puntualmente si acompañaba a su cuñado, en un recorrido que podría tardar al menos una hora.
Segundo, porque cuando los policías interrogaron inicialmente a Amado les afirmó que iban hacia Bucaramanga a entregar dicha camioneta, puesto que la tenían trabajando para la empresa de petróleos Ecopetrol.
Y por último, el acusado agregó en su testimonio que su patrona le dio permiso por un día para realizarse los exámenes y volver al trabajo, cuando contrariamente ella declaró que él le pidió tres días de permiso y la mujer se los concedió en un documento por escrito.
Todo ello, sumado a que la Fiscalía no pudo establecer con certeza en dónde residía el acusado y que su cuñado aceptó los cargos y se acogió a sentencia anticipada.
“El despacho disiente respetuosamente de lo expuesto por la defensa (…) los testimonios y pruebas han llevado al conocimiento más allá de toda duda razonable para declarar coautor penalmente responsable de tráfico de estupefacientes agravado a Amado Avendaño, por lo cual se impartirá condena”, señala la sentencia que se fijó recientemente para su lectura.
Amado no recibió beneficios como la prisión domiciliaria o suspensión condicional de la ejecución de la pena y deberá pagar a favor del Estado una multa por 2.668 salarios mínimos legales mensuales vigentes por su conducta.
Al término de la audiencia, el condenado quedó a disposición del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) que definirá la prisión donde deberá pagar la pena impuesta.
A partir de este momento empezarán a correr los descuentos por buen comportamiento tras las rejas.
De La O para Sucesos

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