miércoles, 2 de septiembre de 2015

Vándalos queman dos carros en el barrio Camilo Daza

La tranquilidad de la noche del lunes se vio interrumpida en el barrio Camilo Daza por vándalos que quemaron dos carros, hechos que mantienen a los habitantes de este sector de la ciudadela Juan Atalaya en medio de la zozobra y la incertidumbre.

A las 11 de la noche, en la calle 46 con avenida 10, una fuerte explosión alertó a la familia Arévalo del hecho: cuando José Joel Arévalo abrió la puerta de su casa, vio cómo las llamas consumían su vehículo.

“Salté de mi cama porque mi hija me gritó que el carro se estaba quemando y de inmediato traté de apagarlo echándole agua con una manguera que tengo”, dijo.

En medio del pánico que se desató entre los familiares, los vecinos salieron de sus casas para tratar de ayudar.

Entre todos unieron esfuerzos y lograron apagar en una hora las llamas que dejaron la mitad del carro marca Renault 9, color rojo, convertido en cenizas y latas destrozadas.

El incendio generó que explotara el medidor de gas, por lo que las llamas causaron un peligro inminente para la familia. Allí, vive José Joel con su esposa, una hija y un nieto de 4 años.

“Ellos tuvieron que salir por el patio y pasarse a la casa del vecino”, dijo José Joel, explicando cómo se escapó su familia de las llamas que alcanzaron a entrar a su casa.

La familia Arévalo es de Ábrego (Norte de Santander) y desde hace 11 años vive en Cúcuta. Los últimos cuatro años han vivido en el barrio Camilo Daza.

José Joel no entiende por qué alguien pudo prenderle fuego a su carro. Aseguró que lo utilizaba para pasear con sus seres queridos y para llevar el mercado todos los días a la tienda que tiene en el sector.

Cuadras más adelante y mientras José Joel trataba de apagar las llamas que consumían su carro, otro vehículo, marca Mazda 323, color verde, empezaba a ser consumido por la candela. Eran las 11:25 de la noche.

El carro llevaba estacionado cuatro días en la avenida 7 con calle 47, luego de que Eimer Ascanio le realizara algunos arreglos que le había encargado el propietario del vehículo.

“Le estaba arreglando los amortiguadores; ya le había invertido 600 mil pesos”, dijo Ascanio. El carro quedó convertido en cenizas en su interior.

Según algunos vecinos del sector, un hombre vestido con una pantaloneta blanca y una camiseta negra se paró en cercanías del lugar mientras se quemaba el vehículo y hacía constantes llamadas.


Los residentes de Camilo Daza pidieron mayor control a las autoridades.

De La O para Sucesos

No hay comentarios:

Publicar un comentario