domingo, 20 de septiembre de 2015

La frontera colombo-venezolana cerrada, un mes después

El 20 de agosto, jueves, el paso por los puentes Bolívar, Santander y Unión amaneció cerrado. La comunicación entre San Antonio, Ureña y Boca de Grita con La Parada, El Escobal y Puerto Santander, interrumpida. La frontera de Venezuela con Colombia empezaba a cambiar desde Táchira. Un mes después, y en la víspera de la primera reunión presidencial Maduro-Santos, la medida unilateral de Miraflores continúa en vigor.

En San Cristóbal, capital de un estado fronterizo, también se siente el cierre binacional más largo de la historia contemporánea. Surtir combustible sin hacer cola es un sueño hecho realidad, las páginas de sucesos ya no hablan tanto de homicidios y algunos servicios se descongestionaron, aunque las colas por productos regulados no desaparecen.


El cierre también enseña esta otra cara: ante la escasez de productos y materiales, harto conocida en Venezuela y entendida por el Gobierno como una guerra económica, comerciantes y profesionales optaban por adquirirlos en Cúcuta. Como ese grifo se cerró, un mes después los protagonistas relatan las consecuencias.

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