El presidente venezolano
Nicolás Maduro ordenó la noche del lunes el cierre de un nuevo paso de la
frontera con Colombia y el despliegue de 3.000 efectivos militares más, tras
anunciar que aceptaba la mediación de Brasil y Argentina en la crisis con el país
vecino.
El mandatario, reunido con
sus ministros en el palacio de Gobierno, hizo una alocución televisiva en la
que conminó al presidente colombiano Juan Manuel Santos a dialogar sobre la
situación fronteriza.
Pero luego de afirmar que
está dispuesto a "estrechar la mano" de su homólogo colombiano,
anunció que elevaba el número de militares venezolanos en la frontera, sumando
3.000 efectivos más en tres municipios del estado Zulia, y cerrando el
importante paso limítrofe de Paraguachón, en el extremo norte de la frontera
entre ambos países.
"He decidido proceder
al cierre del paso fronterizo de Paraguachón en el estado Zulia", dijo, y
declaró el Estado de Excepción en los municipios zulianos de Mara, La Guajira y
Almirante Padilla.
En el estado Táchira ya
había 5.000 militares desplegados en zonas de seguridad desde mediados de
agosto, cuando se inició el cierre unilateral de la frontera por orden de
Maduro.
Caracas justificó la
decisión de ese primer cierre alegando un ataque a militares venezolanos durante
una operación anticontrabando, que el mandatario atribuyó a "paramilitares
colombianos".
No obstante el conflicto
bilateral escaló cuando ambas cancillerías llamaron a consultas a sus
embajadores, en medio de acusaciones de violaciones de derechos humanos de los
afectados.
En Maicao la situación es
“más grave” que la del paso de Ureña o San Antonio
Este cierre contempla “el
respeto a la libertad de paso del pueblo wayúu, estricto”. “Nuestros hermanos
wayúu. Esa es su tierra. Llegaron allí y viven allí desde hace 8.000 años. Son
nuestros hermanos”, afirmó el jefe de Estado, publicó el diario El Nacional de
Venezuela.
“Se le acabó el pan de
piquito a contrabandistas que se llevaban la comida del pueblo del Zulia, el
combustible, que atacan la moneda en Maicao. Una situación tan grave o más
grave que la situación del paso de Ureña, de San Antonio, hacia Cúcuta”.
Anunció un “nuevo régimen
migratorio”, por el que fueron consultadas las comunidades wayú de La Guajira
venezolana y tomaron notas “para establecer un nuevo orden en la frontera con
Colombia”.
Destacó que serán
incorporadas 5.558 familias al “plan de seguridad alimentaria Mercal casa por
casa” en La Guajira.
Mediación de vecinos
En medio de acusaciones de
parte y parte, tanto el presidente Santos como Maduro dijeron este lunes por
separado que estaban abiertos a la mediación de los vecinos suramericanos.
"Reitero mi
disposición a reunirme con el presidente Maduro para que a través de un diálogo
serio y respetuoso podamos resolver los problemas de la frontera, que afectan
tanto a colombianos como a venezolanos", dijo Santos en una declaración
tras un consejo de ministros.
El mandatario colombiano
reveló que la semana pasada habló con el presidente de Uruguay, Tabaré Vásquez,
quien le "ofreció sus buenos oficios para facilitar el diálogo con
Venezuela".
"Acepté su
ofrecimiento y le comuniqué que estaba dispuesto a que esta reunión fuera,
inclusive, en Montevideo si él lo consideraba necesario", añadió.
Por su parte Maduro dijo
en la noche de este lunes que "aceptaba la mediación del gobierno de
Brasil y de Argentina".
"Me propusieron, a
nombre de la presidenta (brasileña) Dilma Rousseff y la presidenta (argentina)
Cristina Fernández, una reunión o en Manaos o en Buenos Aires entre usted y
yo", dijo dirigiéndose a Santos.
El jefe de Estado
venezolano confirmó que países como Uruguay y Ecuador también se han interesado
en facilitar el acercamiento y el diálogo entre Caracas y Bogotá en una disputa
en la que Maduro incluso ha afirmado que desde la capital colombiana se gesta
un plan para asesinarlo.
Sin embargo, desde dentro
de Venezuela algunos analistas políticos afirman que la reciente tensión con el
vecino país obedece a la baja popularidad, la crisis económica y las encuestas
desfavorables al gobierno de Nicolás Maduro ante las legislativas de diciembre.
Según Colombia hasta este
lunes la crisis fronteriza ha dejado casi 14.000 colombianos afectados, entre
ellos 1.443 deportados desde Venezuela y el resto que han huido por temor a ser
expulsados sin sus familias o pertenencias.
Colombia y Venezuela
comparten una porosa frontera de 2.219 km, en la que denuncian la actividad de
grupos irregulares que lucran con el contrabando de combustible y otros
productos altamente subsidiados por el gobierno venezolano.
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