Aterrados. Así quedaron el pasado sábado en la mañana
los vecinos del barrio Morelli tras el hallazgo de un feto en la entrada del
patio de una vivienda. Más aún cuando el cuerpo carecía de una parte del
tronco, los brazos y la cabeza.
Los residentes de la casa fueron los primeros en
alertar a los policías del cuadrante, quienes confirmaron el hallazgo y
acordonaron el inmueble. El feto, de unos 8 a 9 meses de gestación, tenía aún
el cordón umbilical.
Personal del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) efectuó
el levantamiento y entrevistó a los residentes de la casa en busca de una
explicación a lo ocurrido, pero estos dijeron desconocer por completo cómo
llegó el feto hasta el lugar.
Pese a los rumores entre la comunidad de que el feto
habría sido llevado por un perro hasta el patio, los investigadores por ahora
descartan esta versión puesto que los residentes aseguraron que el perro de su
propiedad no tiene muelas y el del vecino más cercano es ciego.
Así las cosas, resta por establecer cómo llegó el feto
hasta el interior de la vivienda. Por ahora no se descartará ninguna otra
teoría como que hubiera sido lanzado desde el exterior o entrado por alguna
persona.
Por el avanzado estado de descomposición, los
funcionarios judiciales no lograron establecer el sexo del feto o si tenía
señales visibles de maltrato. Tampoco, si fueron cortes con arma cortopunzante
o animales carroñeros los que desmembraron el cuerpo.
Por ahora, el feto fue llevado al Instituto de Medicina
Legal, donde le tomarán muestras de ADN y se establecerá la causa de la muerte,
si nació vivo y el tiempo de fallecido.
Con estos resultados, la Fiscalía podrá avanzar en la
investigación para esclarecer lo ocurrido. También, podrá llamar a cualquier
persona de la casa o del barrio para ampliar el interrogatorio o tomarles
muestras de sangre con el ánimo de cotejar su ADN con el del feto hallado.
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