La única información con la que hasta el
momento cuentan las autoridades es que tres hombres, en una motocicleta, se le
acercaron a Frank Orlando Sayago Ortiz y le dispararon en 11 oportunidades. Los
móviles son, por ahora, desconocidos.
Sayago Ortiz, de 38 años, fue asesinado
hacia las 4:30 de la madrugada de ayer cuando caminaba solo por la calle 3 con
avenida 17 del barrio Aniversario II, en la ciudadela La Libertad.
Los disparos alertaron a los policías
del cuadrante, pero al llegar al sitio solo encontraron el cadáver tendido en
el piso. Un árbol y la reja de una casa, fueron impactados por algunos de los
tiros.
Personal del Cuerpo Técnico de
Investigación (CTI) de la Fiscalía se encargó del levantamiento y
trasladó el cuerpo sin vida a la morgue del Instituto de Medicina Legal. En uno
de los bolsillos de la víctima, los investigadores hallaron un guante para
jugar billar, además de todas sus pertenencias.
Solo hasta la mañana, los familiares
fueron enterados de lo ocurrido y se dirigieron a la Unidad de Reacción
Inmediata (URI) de la Fiscalía para adelantar los trámites de entrega del
cuerpo.
El padre, un hijo, una hermana y otros
parientes llegaron apresurados para confirmar el hecho violento que los enluta
por segunda vez, pues el año pasado fue asesinado Carlos Enrique, hermano de
Frank Orlando.
En medio del llanto, los familiares
expresaron que la víctima trabajaba en construcción y residía en el barrio La
Unión con su hijo mayor. Agregaron que la noche del sábado salió a divertirse
con unos conocidos a un billar, pero no sabían de amenazas en su contra.
El coronel Gustavo Lasso, comandante
encargado de la Policía Metropolitana de Cúcuta, señaló que los agresores
venían persiguiendo a la víctima y aprovecharon que la zona estaba sola y
oscura para dispararle. Además, dijo, trabajan para esclarecer los
hechos.
El hermano
Carlos Enrique Sayago Ortiz, hermano de
Frank Orlando, fue asesinado el 22 de julio de 2014 en su casa, ubicada en el
barrio Manuela Beltrán, cuando veía televisión.
Según se conoció, un desconocido entró
a la residencia y le disparó en repetidas oportunidades. Luego, salió
tranquilamente.
Cuando la esposa de Carlos Enrique
llegó a la residencia lo encontró tirado en el suelo del patio.
“Mi hijo vendía galletas en los buses y
el día que nos vimos me dijo que había tenido un problema con otros vendedores
porque querían monopolizar las ventas, pero de resto él no tenía amenazas ni
nada grave”, señaló entonces el padre del occiso.
Carlos Enrique y Frank eran los mayores
de cuatro hermanos.
De La O para Sucesos
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