jueves, 13 de noviembre de 2014

Nueve años de prisión por extorsionar a comerciantes de la antigua sexta

Edwin Andrey Torres Saravia prefirió aceptar los cargos y acogerse a sentencia anticipada antes que ir a un juicio, considerando que fue detenido en flagrancia, armado y cobrando cuotas extorsivas a comerciantes informales del mercado de la Antigua Sexta.

Su decisión la dio a conocer ante el Juzgado Segundo Penal Municipal, con funciones de control de garantías, tras ser capturado el pasado 28 de julio en el barrio Latino. La Fiscalía le imputó el delito de fabricación, tráfico y porte de armas y municiones de uso restringido de las Fuerzas Armadas o explosivos. 

Por este camino, Torres Saravia, natural de Cúcuta, recibió una rebaja del 12,5 por ciento en la pena. Esta semana, un juzgado de Cúcuta aprobó el allanamiento a cargos y lo condenó a 9 años, 7 meses y 15 días de prisión.

Los hechos

Aquel día, la Policía recibió una llamada de la ciudadanía  en la que informaban que en la esquina de la calle 7 con avenida 6  del centro de la ciudad se encontraba un joven que tenía un bolso pequeño, blanco, terciado, dentro del cual escondía un arma de fuego y estaba cobrando cuotas extorsivas.

Al llegar al sitio indicado, los policías lo ubicaron  y le solicitaron una requisa, a la cual, intentó poner resistencia. Luego hallaron en el bolso que llevaba una pistola con silenciador marca Walter, calibre 7.65, con seis cartuchos, además de otro proveedor con cinco cartuchos.

En un comunicado de prensa, la Policía metropolitana señaló que el detenido hacía parte del Ejército Paramilitar Nortesantandereano (Epn), grupo que se constituye en un brazo armado al servicio del Clan de los Úsuga, antiguos Urabeños.

“Al parecer, recolectaba los pagos de dinero de algunos comerciantes y efectuaba labores de sicariato para la estructura criminal”, reportó la Policía.

Según determinó un profesional en balística de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) la pistola, sin permiso para porte o tenencia,  estaba en buenas condiciones para ser disparada.

“Se trata de una acción lesiva de orden legal que atentó contra el bien jurídico de la seguridad pública sin que se evidencie que concurrió alguna causal eximente de responsabilidad. Así lo aceptó Torres Saravia en la audiencia de formulación de la imputación donde admitió su autoría en el acontecimiento materia de pronunciamiento”, señaló el juzgado en su decisión.

Al término de la diligencia en el Palacio de Justicia, Torres Saravia quedó a disposición del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) que definirá la cárcel donde deberá purgar la pena impuesta.

En el proceso no fue materia de debate procesal la relación del condenado con la banda criminal, así como tampoco la procedencia del arma.

De La Opinión para Sucesos


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