El lunes, después del
triunfo del Cúcuta Deportivo sobre Jaguares, por 3 goles a 2, George Andrés
Fossi, de 37 años, decidió salir de su casa a buscar comida en una panadería
cercana.
Estando allí, un sujeto,
que se movilizaba en una moto, de la cual no se pudo establecer su marca, llegó
y sin mediar ninguna palabra, le propinó dos impactos de bala en la cabeza,
causándole la muerte de forma instantánea.
Otro joven de 18 años,
identificado como Brayan Andrés Sánchez Jaimes, resultó herido con un tiro en
el cuello.
Testigos del hecho le
narraron a las autoridades que el asesino, que viajaba solo en la motocicleta,
vestía de negro. Sin embargo, no ofrecieron ninguna descripción que pueda
ayudar en la investigación que conduzca a su captura.
Un familiar de George
Andrés contó que este no tenía problemas con nadie ni tampoco
había manifestado tener amenazas de muerte en su contra.
“Era una persona muy
callada. Creíamos que era autista, pues desde que había muerto su mamá se había
vuelto muy retraído”, contó el familiar de la víctima.
Esta persona también
manifestó que desde hacía un mes George estaba desempleado y andaba esperando
que le saliera un dinero que le debía el Ejército, aunque no especificó el por
qué de la deuda.
“También estaba haciendo
el curso de vigilante de seguridad, pues quería trabajar en eso”, agregó.
No obstante, el comandante
del Primer Distrito de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), mayor Misael
Ortiz, indicó que la víctima tenía antecedentes penales por hurto y porte
ilegal de armas y no se descarta, por el momento, que su muerte esté
relacionada con estos hechos.
“Por ahora lo que sabemos
es que la víctima tenía antecedentes penales. El curso de la investigación
indicará realmente qué fue lo que pasó”, agregó el oficial.
Finalmente, el uniformado
indicó que analizan un posible requerimiento de la víctima por parte de las
autoridades venezolanas, aunque esto aún ‘está por ser confirmado’.
De La Opinión para Sucesos
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