Consternados y
atemorizados. Así, quedaron los vecinos de la calle 8 con avenida 18, del
barrio San Miguel, el sábado, luego del ataque a balazos contra un grupo de
cinco parientes que estaba departiendo en la esquina del lugar.
Mientras los familiares
compartían en un ambiente de fiesta y consumían licor, un par de desconocidos
llegó en una motocicleta y el parrillero empezó a disparar contra las personas que
no tuvieron oportunidad de buscar protección, cayendo heridas.
Como de costumbre, en ese
sector cucuteño los vecinos salieron a pasar la noche en medio de música,
comida y licor. Hacia las 10:30, cuando ocurrió el hecho de sangre, hubo un
punto de giro y el ambiente fue invadido por la zozobra, el temor y el
nerviosismo.
“Escuchamos muchos
disparos. Cuando nos dimos cuenta, estaban ellos heridos”, dijo uno de los
testigos.
El agresor, que no se bajó
de la moto, siguió disparando mientras escapaba. Dos impactos de bala se
incrustaron en la puerta de la casa en
la que las víctimas estaban sentadas en el andén.
Esto muestra que la
balacera hubiera podido dejar más afectados,
debido a que los habitantes de la vivienda, ajenos a las víctimas,
podrían haber resultado lesionados.
El mayor Gustavo González,
comandante del Segundo Distrito de la Policía de Cúcuta, dijo que los baleados
no tenían amenazas de muerte en su contra y que se adelantan investigaciones
para determinar las causas que motivaron el hecho .
Al entregar detalles
fragmentarios sobre lo ocurrido, el oficial
explicó que los agresores se movilizaban en una moto negra y, que el
parrillero tenía una camisa blanca.“No hubo mayores características”, dijo.
Además, precisó que tres
hombres y dos mujeres fueron el blanco de los balazos.
José Manuel Argüello
Navas, de 23 años, está con pronóstico
reservado, recibió un tiro en la cabeza y otro en el pecho.
Argüello, al recibir los
disparos, alcanzó a correr unos metros, pero luego quedó tendido sobre el
pavimento de la calle.
Las otras cuatro víctimas
que resultaron con heridas en las piernas y brazos, continuaban en observación
médica.
Los heridos fueron
trasladados, inicialmente, a la Unidad básica de Loma de Bolívar, pero después
fueron remitidos al hospital Universitario Erasmo Meoz.
El más reciente episodio
similar ocurrió el 5 de noviembre, en
Villa del Rosario, donde murieron un hombre y su hijo, de 4 meses, interceptados
por pistoleros cuando se movilizaban en una camioneta.
De La Opinión para Sucesos
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