Agentes encubiertos, que
se infiltraron por seis meses en una
organización de narcotraficantes que operaba en los barrios El Páramo,
El Contento y El Llano, dejaron tras las rejas a varios de sus integrantes,
entre ellos a María Fernanda Valencia Marín, quien esta semana fue condenada a
4 años y 2 meses de prisión.
María Fernanda fue
detenida el pasado 7 de julio por orden del Juzgado Segundo Penal Municipal,
con funciones de control de garantías de Villa del Rosario, señalada de ser la
persona encargada de la venta de la droga (entre bazuco, coca y marihuana) en
el sector de la avenida 9 entre calles 11, 12 y 13 de El Páramo.
Según los investigadores
encubiertos, la mujer escondía el estupefaciente en su ropa interior o en diferentes sitios de
la vía pública y era conocida como Nanda.
Días atrás, efectivos de
la Sijín de la Policía Metropolitana
detuvieron a Freddy Orlando Escalante Castellanos, de 46 años, Miguel Ángel
Ochoa Silva, de 33, Ruth Soraya Ávila Jaramillo, de 45, José de Jesús García Picos,
de 26, y Marta Liliana Escudero Pérez,
de 47, señalados de integrar dicha banda, denominada Los Mechas.
Según los investigadores,
Los Mechas utilizaban a los habitantes de la calle para vender la droga al
menudeo, aprovechando que de ser capturados eran dejados en libertad por su condición de
consumidores.
Flagrancia
Tras elaborar el
organigrama de la organización, los agentes encubiertos compraron en varias
ocasiones bazuco y marihuana a Nanda y contaban con sindicaciones directas de
consumidores sobre los turnos que la mujer
cumplía en la calle para la venda de la droga.
Al día siguiente de su
detención, Nanda fue presentada ante el juzgado solicitante que legalizó su
captura y le impuso medida de aseguramiento en prisión, sin que se allanara a
los cargos.
Preacuerdo
Ante el contundente
material probatorio, la defensa de María Fernanda decidió llegar a un
preacuerdo con la Fiscalía que consistió en aceptar los cargos a cambio de
recibir una rebaja del 50 por ciento de la pena y por consiguiente no ir a juicio.
Dicho preacuerdo fue
aprobado por otro juzgado que la condenó por los delitos de concierto para
delinquir con fines de narcotráfico y tráfico, fabricación o porte de
estupefacientes, sin beneficios de casa por cárcel o suspensión condicional de
la ejecución de la pena.
“Debemos señalar que la
acusada obró con culpabilidad, pues siendo sujeto imputable y conociendo de
antemano la ilegalidad que representaba concertarse para narcotraficar y
expender sustancias estupefacientes… optó voluntariamente por desplegar dichos
comportamientos, configurándose de tal forma el juicio de reproche estatal
merecedor de la pena”, señala la sentencia condenatoria.
De La Opinión para Sucesos

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