El ambiente de rumba que
se vivía la noche del domingo en la calle 11 con avenida segunda del barrio
Aeropuerto, se silenció de manera abrupta con el ruido de más de 10 disparos
que acabaron con la vida de cuatro personas.
“Eso fue una balacera
impresionante, tocó correr a escondernos”. Así recordó uno de los testigos los
momentos de temor que vivieron los vecinos de este sector de la ciudad.
El escenario de muerte fue
un bar donde estaban los hermanos Wilfredo e Isidro Ballesteros Durán, de 27 y
32 años, respectivamente; junto a ellos estaba Martha Yolima Fuentes Flórez, de
37, madre de tres hijos.
La cuarta víctima fue el
expolicía Eder Eduardo Mendoza, de 34 años, oriundo de Barranquilla, y quien al
parecer estaba tomando cerveza en otra mesa del lugar.
Según se conoció, a las
8:40 de la noche, cuatro hombres arribaron al lugar en dos motocicletas
venezolanas marca Bera Socialista; uno de ellos cumplió las labores de ‘mosca’
mientras su compinche cometía el ataque contra las víctimas.
El parrillero de una de
las motos se bajó y entró al bar disparando contra los hermanos y la mujer que
estaban en la barra. Los tres murieron de manera inmediata.
Mientras tanto, Mendoza,
al percatarse del hecho, salió corriendo hacia un local de venta de pollo que
está al frente, por lo que el ‘mosca’ lo persiguió y aprovechó que este se cayó
para dispararle cuando estaba en el piso.
Jonathan Corrales Moncada
y William Palacios Sánchez, clientes del asadero de pollos, y quienes a esa
hora estaban comiendo en el lugar, resultaron heridos.
Uno de ellos recibió un
disparo en la pierna, por lo que como pudo se arrastró y busco refugio hasta
que fue trasladado al hospital Erasmo Meoz.
Tras cometer la masacre,
uno de los homicidas se subió de nuevo a la motocicleta y huyó del lugar junto
a su acompañante, mientras que el pistolero que asesinó al expolicía salió
corriendo y al parecer metros más adelante se subió a la otra motocicleta,
huyendo hacia el barrio Panamericano.
¿Quiénes eran?
El subcomandante de la
Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), coronel Javier Barrera, aseguró que
los hermanos Ballesteros Durán pertenecieron a “un grupo armado organizado;
estamos verificando los antecedentes”, explicó.
Sin embargo, sus
familiares desmintieron la versión que entregó el oficial.
Barrera aseguró que
Mendoza fue retirado de la institución en diciembre del año pasado.
La Mecuc ofreció 30
millones de pesos de recompensa por la información que conlleve a la captura de
los responsables de la masacre. La Policía adelanta las investigaciones para
esclarecer los móviles del múltiple crimen.
Parientes de los hermanos
Ballesteros, oriundos de Tibú, aseguraron que no conocían ningún problema o
amenaza contra sus seres queridos.
Agregaron que Isidro fue
quien invitó a su hermano, que ya estaba durmiendo, a tomar. A las 7:00 p.m. salieron de casa.
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