Un joven “maletero” de
nacionalidad venezolana murió de un balazo en el rostro, durante
enfrentamientos que surgieron en horas de la mañana del martes entre
contrabandistas de combustible y militares en San Antonio del Táchira.
La situación álgida se
habría generado poco antes del mediodía y de manera consecutiva en distintos
sectores de la capital del municipio Bolívar, iniciando la confrontación en el
barrio Libertadores de América, trasladándose a El Saladito y finalizando en Llano
Jorge, aunque habría sido en la trocha El Trapiche que conduce a Colombia,
donde el maletero fue herido como respuesta a una pedrada que supuestamente
lanzó a uno de los militares.
Este hecho agudizó aún más
la tensión entre los contrabandistas, que arremetieron con mayor fuerza contra
los efectivos adscritos a la 21 Brigada de Infantería, específicamente del
Batallón Ricaurte 211, logrando lesionar
a uno de los soldados.
Del “maletero” Gabriel
Eduardo González Ramírez, de 22 años de edad, solo dijo la fuente que recibió
un balazo en el rostro, y que supuestamente fue auxiliado por sus mismos
compañeros pero que falleció cuando intentaban trasladarlo a un centro médico de Cúcuta; de hecho al
verificar en la tarde en la morgue de San Cristóbal el posible ingreso de un
cadáver proveniente de la frontera, no
se había registrado ninguno.
Después de la muerte del
muchacho hubo aún más tensión, se habló de la
pérdida y posterior recuperación
de dos fusiles AK 103 con cinco cargadores, así como del secuestro temporal o
retención ilegal de al menos 15 soldados pertenecientes al mencionado batallón
en el puesto militar ubicados al lado de la piscina de Llano de Jorge, también
del presunto extravío o desaparición de
tres soldados pertenecientes a dicha unidad.
Se especuló sobre la quema
de una carpa del Ejército y de disparos en las cercanías de un liceo de Llano
Jorge.
Sobre el origen del hecho
violento se manejaron dos versiones, también extraoficiales. La primera, una
pugna entre contrabandistas y paramilitares, es decir una de las tantas luchas
que han protagonizado en la frontera por el control de la zona, razón por la
que los militares se vieron en la obligación de intervenir. La otra versión
indica que una comisión del Ejército que pretendía sorprender en flagrancia a
los contrabandistas en Libertadores de América, en el marco de la operación
anticontrabando denominada “Torniquete”, fue recibida a palos, pedradas y tiros
por un numeroso grupo que le cuestionó lo ocurrido el lunes en Orope, lo que a
la final provocó el enfrentamiento y posterior persecución.
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