Aunque Yerson Andrey
Jaimes Capacho no estaba en la cancha de juego, desde las desbaratadas
graderías de la Cancha del Burro, en Cuberos parte alta, alentaba a sus
pupilos en el arenoso terreno.
Disfrutaba el fútbol desde la línea y a
cambio de un par de uniformes y unos petos, el equipo que patrocinaba ‘Los
pintores’, de La Tomatera, le ofrecía un buen espectáculo.
Pasadas las 11:00 de la
mañana de ayer, cuando el árbitro del torneo barrial, en los que acostumbraba a
participar junto a su equipo, acabó de un pitido el primer tiempo. Jaimes
aprovechó los 10 minutos de descanso para refrescar a sus jugadores, y caminó
un par de metros en busca de un par de bolsas de agua.
“Él se fue por las aguas y escuché un tote,
volteé a ver que sucedía y vi como Yerson se desplomó en el piso. Todos
corrimos a auxiliarlo. La cancha estaba llena y nadie vio quién le disparo”,
relató uno de los jugadores.
Al levantarlo, le quitaron
la gorra que llevaba puesta y le vieron el disparo en la cabeza. Luego todo se
tornó en un caos, y en un parpadeo sus familiares y amigos lo trasladaron a las
urgencias la Unidad Básica de Puente
Barco, a menos de 10 minutos de la cancha, a donde llegó muerto.
A las afueras del centro
de salud sus familiares y vecinos estaban consternados. Su esposa, con la
camiseta ensangrentada corría de lado a lado y hacía un par de llamadas
mientras se lamentaba porqué le habían hecho eso a “su negro”.
Parada frente a una
patrulla policial, su madre, en medio del llanto y el desespero gritaba que su
hijo era un buen hombre y no le hacía daño a nadie para merecer lo que le
habían hecho.
Todos coincidían en que
Jaimes no tenía amenazas y trabajaba en familia en un taller de pinturas y era
amante del deporte, por lo que no entienden la razón de lo sucedido y alegan
que se podría haber tratado de alguna confusión por parte de los asesinos.
El hecho sangriento que
hoy enluta a la familia Jaimes ocurrió a 500 metros de la estación de Policía
móvil del sector conocido como la curva de ‘Pele el ojo’, entre Cuberos Niño
y Santo Domingo, donde está instalada
una cámara de vigilancia de la Policía,
por lo que los familiares del occiso esperan que se pueda identificar al homicida.
¿Lo confundieron?
A pesar de que nadie en el
sector dijo haber visto a los pistoleros, el comandante de la Policía
Metropolitana, coronel Yecid Arango, señaló que
al parecer en este hecho habrían participado tres reconocidos
delincuentes del sector.
“El asesino una vez
disparó corrió y se subió a una moto en la que huyó con uno de sus compinches”,
sostuvo el oficial.
Sobre este hecho, la
versión del coronel es que los sicarios, uno de ellos ya identificado, serían
consumidores y vendrían a ajustar cuentas a otra persona, conocida con el alias
de ‘Mamel’, quien sería del sector de La Tomatera.
“Sin embargo, los
delincuentes por confusión se habrían percatado del hecho cuando ya era tarde”,
indicó Arango.
Agregó: “alias ‘Mamel’ es
una persona involucrada en el expendio de alucinógenos en el sector y todo
correspondería a un ajuste de cuentas. La persona que es asesinada no reporta
antecedentes”.
Jaimes tenía 31 años y
vivía con su esposa y sus dos hijos menores de edad.
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