A un ajuste de cuentas
atribuyen las autoridades el asesinato de Óscar Triviño Soto, de 29 años, y de
Jorge Enrique Ballesteros Contreras, de 28 años, conocido como ‘Pocho’, en la
noche del viernes.
El doble crimen ocurrió en
un bar ubicado en la avenida 12 con calle 6, en el barrio San Martín, donde los
hombres estaban tomando licor desde las 6:00 de la tarde.
Dos desconocidos llegaron
al lugar en una motocicleta y dispararon contra las víctimas, hacia las 9:15 de
la noche.
Según algunos testigos, se
oyeron más de diez disparos.
Sin embargo, dos balazos
impactaron a una de las víctimas y otro recibió un tiro en el cuello.
Los dos heridos fueron
trasladados a un centro médico, donde finalmente murieron.
Triviño y Ballesteros
estaban acompañados por dos personas, entre ellas, una mujer.
El comandante de la
Policía Metropolitana de Cúcuta, coronel Jaime Barrera, aseguró que Ballesteros
Contreras fue capturado por la Seccional de Investigación Criminal (Sijín), en
abril de 2015, sindicado de tráfico o porte de estupefacientes y que,
actualmente, estaba cobijado por medida de detención domiciliaria.
En esa oportunidad, en el
momento de la captura también fue arrestado su hermano. A los Ballesteros les
encontraron 30 dosis personales de cocaína con un peso de 40 gramos, en un
allanamiento a su casa, ubicada en San Martín.
Los familiares de
Óscar se mostraron “asombrados” tras
recibir la noticia de la muerte de su pariente.
Dijeron que desconocían si
tenía algún problema o si fue blanco de amenazas.
Asimismo, afirmaron que
desconocían si su familiar tenía alguna relación de amistad con la otra
víctima.
Óscar dejó una hija
de 6 años.
El hombre de 29 años
administraba un parqueadero en la avenida cuarta del barrio La Playa.
Una de las tías de
Triviño, que habló con él antes de salir de la casa, dijo que su sobrino le
prometió llevarle algo de comer, pero nunca regresó.
Por ahora, los familiares
pidieron que se esclarezca el doble crimen.
Algunos vecinos de San
Martín pidieron mayor control de las autoridades en este sector, debido a que
en las noches hay presencia de consumidores de drogas en el lugar.
“Ahí hasta venden droga.
Yo he encontrado bolsas de cocaína y marihuana en las mañanas, después de las
rumbas”, dijo uno de ellos.
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