La celebración de los 54
años de Pablo Antonio Zúñiga Mejía, serán inolvidables para su familia. Lejos
de partir el ponqué, cantar el cumpleaños y compartir una cerveza, tuvieron que
presenciar cómo a Zúñiga se le iba la vida, con la impotencia de no poder hacer
nada.
Pasada la una de la tarde,
cuando la reunión apenas iniciaba, la integración familiar fue interrumpida por
sonidos secos y fuertes que hicieron pensar lo peor. Solo bastaron unos
segundos para que la familia en pleno se diera cuenta de que los sonidos eran
tiros y el destinatario de los mismos el cumpleañero.
Al parecer, mientras todos
estaban dentro de la vivienda, él permanecía sentado en el antejardín. Fue allí
hasta donde dos hombres en moto llegaron, lo llamaron y cuando estaban cerca, le
dispararon, impactándolo por lo menos cuatro veces, según precisaron algunos
testigos.
El cuerpo de Zúñiga quedó
tendido frente a la vivienda, ubicada en la avenida 3 con calle 4, del barrio
Santa Ana de Cúcuta. Las lágrimas y los gritos de sus seres queridos, que no
entendían lo que estaba pasando, inundaron el sector.
“Él había comprado unas
cervezas, estaba muy contento”, dijo una de las mujeres de la familia,
señalando que su celebración había empezado el viernes (8 de julio), fecha de
su cumpleaños, y que estaban reunidos además para celebrar el natalicio de su
suegro, que cumple mañana (martes).
Personas cercanas a este
trabajador independiente y padre de tres hijos (todos mayores de edad),
manifestaron que no tenía amenazas ni problemas con nadie.
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