En menos de 24 horas, dos
personas fueron asesinadas en medio de hechos de intolerancia en Cúcuta.
Freiser Vargas Isaza, conocido como ‘Yeyé’, de 42 años, se convirtió en la
víctima más reciente, luego de que fuera atacado a bala por un amigo, mientras
tomaban cerveza.
El hecho se registró a las
6:15 de la mañana del sábado, en la manzana 5 del barrio Los Almendros de la
ciudadela Juan Atalaya, cuando un grupo de amigos terminaba de celebrar el
triunfo de la selección Colombia ante Perú, a media cuadra de la casa de la víctima.
Los conocidos tomaron
licor desde la noche del viernes, cuando inició el encuentro deportivo; sin
embargo, al amanecer del sábado se registró una discusión entre los amigos que
desencadenó que uno de los asistentes, conocido como ‘Kalica’, sacara un
revólver y le disparara a Vargas Isaza en una oportunidad, impactándole la
espalda.
El hombre de 42 años cayó
al piso gravemente herido, hecho que el agresor aprovechó para intentar
rematarlo; uno de los acompañantes, sin embargo, lo agarró de la camisa y le
bajó el arma para evitar que volviera a disparar contra Vargas.
Tras dispararle a su
amigo, ‘Kalica’ y otros dos hombres que presenciaron el crimen huyeron del
lugar en una motocicleta, con rumbo desconocido.
Uno de los vecinos del
sector, que había acompañado a sus amigos durante la noche del viernes, hasta
las 2:00 de la mañana del sábado, se percató del hecho tras oír el disparo y
auxilió a Vargas, trasladándolo en un carro hasta el policlínico de Atalaya.
Por la gravedad de la
herida, la víctima fue trasladada al hospital Erasmo Meoz, donde murió a las
7:30 de la noche.
Vargas Isaza era
publicista y artesano. La víctima deja a un hijo menor de edad.
El comandante de la
Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), coronel Jaime Barrera, aseguró que en
medio de la pelea, uno de los hombres le lanzó una botella a Vargas Isaza.
“El agresor le dijo a la
víctima que se tirara al piso y luego le disparó”, dijo el oficial.
Barrera pidió a la
comunidad que aporte información que conlleve a la judicialización y captura
del homicida.
“Solicitamos la
solidaridad de las personas que estuvieron ahí para que entreguen información”,
dijo el coronel.
No obstante, el oficial
agregó que los testigos del crimen que no declaren a las autoridades, “podrían
ser judicializados por encubrimiento en homicidio”.
La tarde del viernes, Luz
María Galván Pérez, de 37 años, murió tras ser atacada a puñaladas en medio de
una riña en el asentamiento Brisas de la Ermita.
En ese caso, la Mecuc
capturó a Astrid Carolina Guerrero, de 19 años, señalada de haber sido quien en
medio de la pelea atacó a la víctima en el tórax.
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