Maura Yolanda Jaimes Arias
y sus hermanos Edgar Edmundo y Américo Yesid aceptaron haber estafado a varias
personas, quienes engañadas pagaron por económicas viviendas producto de falsos
remates o embargos. La Fiscalía estimó en $3.020 millones el valor total de los
perjuicios patrimoniales.
En la audiencia, citada
para eset jueves a las 9:30 de la mañana, el organismo investigador esperaba
presentar la formulación de la acusación en contra de los hermanos Jaimes
Arias, pero el rumbo del juicio cambió al allanarse previamente a los cargos
ante el Juzgado Segundo Penal Especializado de Cúcuta.
La Fiscalía les imputó los
delitos de concierto para delinquir y estafa agravados, además de
enriquecimiento ilícito y retiró el cargo de cohecho por dar u ofrecer en
contra de la mujer, por colaborar con la justicia.
De esta manera, los
procesados se acogieron a una forma de terminación anticipada del proceso
penal, a cambio de un descuento de la tercera parte en la pena que impogan el
Juzgado, tras aceptar los cargos.
Los procesados evitaron
así ir un juicio oral y público, que de ser hallados culpables no obtendrían
ningún beneficio.
El Juzgado, que aprobó
dicho allanamiento a cargos, citó para el próximo 20 de mayo la lectura de la
sentencia condenatoria para los tres hermanos, recluidos en la cárcel, bajo
medida de aseguramiento intramural.
Fredy Armando Sanabria
Castañeda, quien hace parte de la misma red de estafa, asistió a la diligencia,
pero no se allanó a los cargos y enfrentará un proceso por separado.
Las estafas
Según se conoció, en el
caso de Maura, la banda operó desde 2013 a marzo de 2015 (fecha en que fueron
detenidos) bajo la empresa Cobra Segura. La mujer se hacía pasar como abogada y
con sus hermanos y cómplices decían tener influencias con jueces y secretarios
de despachos, donde supuestamente tramitaban los remates de los inmuebles.
Mostraban las casas y apartamentos y advertían a los compradores que no podrían
ingresar, solo mirarlos por fuera.
“Como vemos, estas
personas ilusionadas por la adquisición más económica de un inmueble,
entregaron altas sumas de dinero, producto de sus ahorros y créditos a terceros,
los cuales fueron apropiados por los capturados, causando grave perjuicio para
las víctimas”, indicó la Fiscalía en una de las audiencias.
Investigadores recopilaron
información que revela que los estafadores, entre los que se encuentran algunos
abogados, vendían casas en remate ubicadas en diferentes barrios de Cúcuta, Los
Patios y Chinácota, las cuales costaban desde $40 millones hasta $480 millones
que entregaron las víctimas.
Los estafadores afirmaban
que el dinero debía ser consignado en una cuenta bancaria de una sociedad.
Ratas
ResponderEliminarRatas
ResponderEliminar