sábado, 19 de diciembre de 2015

Obispo celebró misa en Mi Pequeña Barinas, la invasión de San Antonio del Táchira

Este viernes 18 de diciembre el Obispo Diocesano Mario del Valle Moronta Rodríguez presidió una eucaristía en el sector de la invasión, específicamente en el sector “Mi Pequeña Barinas” de San Antonio del Táchira en donde hacen vida las comunidades Eclesiales de Base: Nuestra Señora de Guadalupe, Divino Niño y Santa Teresita del Niño Jesús.

Estas tres comunidades eclesiales de base, abarcan los sectores los asentamientos “Mi Pequeña Barinas”, “La Isla”, “Ernesto Che Guevara” y “Ezequiel Zamora” y “Guadalupe”, según nota de prensa de la Diócesis de San Cristóbal.

La bienvenida al Pastor fue dada por el presbítero Reinaldo Contreras, quien es el párroco, además ofreció también unas palabras, Oscar Blanco, coordinador eclesial y habitante de “La Guadalupe”, quien al final de la celebración hizo entrega de un escrito realizado por la propia comunidad, para hacerlo llegar al Papa Francisco por medio del Obispo Moronta y en el que expresan a Su Santidad, la situación que viven en la frontera y piden también ayuda para terminar la construcción del templo católico en sector, integrado por 2800 familias. Además destacó Oscar Blanco que el Obispo de San Cristóbal ha manifestado su preocupación, por las familias de esta área fronteriza desde que se suscitó la situación del cierre de frontera ocurrido el 19 de agosto de 2015.

Concelebraron en la eucaristía los sacerdotes Reinaldo Contreras, Gilberto Santander, Javier Arismendi, Ricardo Casanova y Vicente Carvajal; en la liturgia ayudaron seminaristas, religiosas y la animación a cargo del coro parroquial “puerta de la fe” de San Antonio de Padua, quienes amenizaron con villancicos la celebración eucarística.

Durante la homilía el Pastor Diocesano dirigió un mensaje cristiano, de compromiso y de esperanza, iniciando la misma por el comentario del evangelio, diciendo que San José al enterarse de que María estaba en estado tenía dos posibilidades “o la condenaba y la apedreaban o la repudiaba en silencio”, diatriba ante la que José decidió optar por aceptar a María y confiar en lo que el Ángel le había anunciado. Esto fue lo que condujo a José a recibir a María y cuidar del niño Jesús, tanto en Belén, como en la huida hacia Egipto y luego en Nazaret”. Continuó diciendo Moronta: “José decide recibir a Jesús como a su hijo; no lo rechaza” y es allí donde explicó que está la enseñanza para los cristianos, de recibir a Jesús.

También señaló que el Niño Jesús nació en un pesebre, en lo más pobre que había, que no tenía muchas cosas, pero tenía el amor de la Virgen y de San José, pero que Jesús vino al mundo para enseñarnos el amor de Dios y para darnos la salvación por lo que el cristiano contemporáneo en estos días de preparación y de celebración de la natividad del Señor, debe asumir el custodiar y el cuidar al Niño Dios, situación que según Moronta se puede hacer “portándonos bien, compartiendo con los demás, respetamos a los demás seres humanos y tratando bien a los familiares”.

Con último punto de la homilía, invitó el Obispo a que cada uno de los presentes, niños y adultos, dirigiera a Dios una oración tanto de gratitud como de petición con las siguientes palabras: “Oh Dios, que bueno eres con nosotros, nos hace tus hijos gracias a Jesús. Queremos ser como San José, cuidar a tu Hijo, tanto que lo podamos dar a conocer. Gracias Padre porque lo enviaste como el Enmanuel, como el Dios con nosotros. Gracias Padre, porque por medio de él, nosotros somos tus hijos. Que San José nos ayude, la Virgen nos proteja y que nosotros en nuestras comunidades podamos ser testigos y ejemplo para tanta gente. Padre Dios, mucha gente se olvida de nosotros, pero hoy nosotros no nos olvidamos de ellos, por eso pedimos por ellos, por quienes nos desprecian, otros nos alaban, otros no se preocupan o no creen en nosotros, así le pasó a María y José, que tuvieron que defender a tu Hijo. Queremos defender la vida, hay muchos quienes el aborto, otros que quieren matar a niños y ancianos, pero nosotros queremos defender a estos niños, pues son la esperanza, fíjate también Señor en los ancianos aquí presentes, son como tú, tiene la sabiduría. Gracias por la Iglesia, por el Papa Francisco y gracias porque permites que hoy nosotros nos comprometamos a ser como San José, capaces de cuidar a tu Iglesia, al Niño Jesús representado en estos niños y en estas familias, danos tu bendición, protégenos y ayúdanos. Pedimos por nuestros hermanos que no están con nosotros por diversas circunstancias, algunos porque murieron, otros porque se fueron, otros porque los deportaron, pero acá estamos nosotros, solidarios con ellos, porque somos hijos tuyos, porque somos hijos de Dios”.

El Obispo Mario, los sacerdotes de la frontera y los laicos comprometidos de las parroquias fronterizas hicieron entrega de una imagen de la Virgen de la Guadalupe, para que repose en ese templo como recuerdo de la celebración navideña efectuada en esta fecha 18 de diciembre del 2015.

Ustedes no están solos

Agradeció finalmente el Obispo Moronta a las comunidades eclesiales por la organización de la misa y los que colaboraron junto al padre Reinaldo Contreras y a todos los grupos de apostolado, en especial a los integrantes de la Pastoral social de la parroquia San Antonio de Padua por la donación de mercados para las familias necesitadas y por los juguetes y golosinas para los niños del sector.

Invitó también Monseñor a dar gracias a Dios, porque aún medio de las dificultades, en medio de la pobreza, él Señor vuelve a nacer en medio de nosotros e invitó a todos “a pedir al Señor que ilumine a todos aquellos que tiene que iluminar, al Presidente de Colombia y de Venezuela, a las autoridades de Colombia y de Venezuela; y a todos los que tienen que hacer posible la apertura de la frontera de que lo hagan, pero que lo hagan también con dignidad, sin maltratar a los pobres, sin maltratar a los más débiles y que verdaderamente la solidaridad de la Iglesia aquí en la frontera se contagie”.


Ratificó el Pastor Diocesano “ustedes no están solos, aunque el resto de Colombia y Venezuela se haya olvido, aunque la Iglesia en Venezuela y en Colombia se hayan olvidado, el Obispo de Cúcuta y el de San Cristóbal junto a sus respectivos sacerdotes, han estado pendiente de ustedes y todos formamos una sola familia” y solicitó que todos suplicaran a Dios el poder ser solidarios.

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