Solo dos hombres de las 33
personas capturadas por la Policía Metropolitana de Cúcuta, señaladas de
pertenecer a la banda criminal Clan Úsuga, quedaron en libertad tras ser
escuchados en audiencia judicial.
En el grupo de los 31
detenidos que recibieron medida de aseguramiento se encuentran cabecillas,
sicarios, transportadores de armas y de personal, encargados del control del
microtráfico y el cobro de extorsiones a algunos comerciantes de Cúcuta, entre
otras actividades ilícitas.
Al menos siete meses duró
la investigación liderada por miembros de la Seccional de Investigación
Criminal (Sijín) con apoyo de la Fiscalía 69 especializada contra el Crimen
Organizado, y que terminó con la captura de estas personas, y con la
notificación a cuatro más en la cárcel de Cúcuta.
José Mauricio Moncada
Contreras, alias Mocoseco, fue enviado a la cárcel señalado de ser jefe de
sicarios y cabecilla de esta organización en Cúcuta.
Moncada fue sicario del
Frente Fronteras de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc) y llegó a
desempeñarse como jefe financiero del mismo frente. Hace algunos meses había
salido de la cárcel después de pagar los 8 años de pena alternativa
contemplados en la ley de Justicia y Paz para los paramilitares que se
desmovilizaron durante el gobierno de Álvaro Uribe.
‘Mocoseco’ también es
señalado de ordenar el asesinato de una empleada de un bar, luego de que esta
delatara ante las autoridades a una persona allegada a él.
La Policía había ofrecido
una recompensa de 10 millones de pesos por la información que conllevara a la
captura de este hombre, tras ser involucrado en los homicidios de consumidores
y expendedores de drogas registrados en los últimos dos meses, en medio de una
lucha por el control del microtráfico.
Según se conoció, Moncada
podría perder los beneficios que recibió tras ser juzgado con la Ley de
Justicia y Paz, y pagaría por todos los crímenes que confesó ante la justicia
ordinaria.
Junto a él fueron capturados
José Manuel Díaz Salcedo, ‘Cristian’; Mauro Darío Jaimes Contreras, conocido
como ‘Mauricio’; Jean Carlos Villasmil Salazar, ‘Chagui’ o ‘Quijadita y Jesús
Antonio Quintero Velásquez, ‘El Flaco’, quienes son señalados de hacer parte
del grupo de sicarios al servicio de los Úsuga en la región.
Junto a estos también
recibieron medida de aseguramiento Ángel Castañeda González, ‘Pupis’, quien
sería el tercer cabecilla militar en Norte de Santander, y José Luis Báez Báez, ‘Paniagua’, señalado de
ser el cabecilla financiero y militar en el corregimiento San Faustino y en el
eje limítrofe con Venezuela.
Además, Eder Yonny Gómez
Buitrago, ‘Tavo’, presunto cabecilla militar en el área metropolitana de
Cúcuta; Elkin Hernando Muñoz Cogollo, ‘Matías’, cabecilla de finanzas; Julio
César Pérez Novoa, ‘Bambán’ o ‘Batman’, cabecilla militar en el centro de
Cúcuta; y Mayra Alejandra Rodríguez, señalada por las autoridades de ser la
presunta líder del microtráfico en la zona de tolerancia del barrio El
Callejón.
Luis Fernando Durán Rozo,
‘Fercho’ y Javier Alfonzo León Páez, ‘El Gordo 500’, quienes se desempeñarían
como transportadores de armas de fuego, de sicarios y de sustancias
estupefacientes, también fueron enviados a la cárcel.
A prisión también fueron
enviados Rubér Sánchez Figueroa, ‘El Flaco Daza’; Jhon William Flórez Márquez,
‘Porky’; María Cruz Delina Gélvez Albarracín, ‘La Gorda’; Luis Eduardo Cardozo;
José Antonio Reyes Tolosa, ‘Cheo’; Deybi
Javier García Yepes, ‘Elkin’; José Gregorio Márquez Centeno; Freddy Romero
Angarita, ‘Cúcuta’; Norbeis Enrique Ballesteros Mercado y Darwin Yadir Clavijo
Tiria, ‘El Gordo’, quienes serían los encargados de la distribución y la
comercialización de sustancias estupefacientes en la zona de tolerancia del
barrio El Callejón, el Parque Lineal, el Canal Bogotá y el parque Antonia
Santos de Cúcuta.
Francisco Javier Zapata
Valencia, ‘Pacho’; Edwin Gerardo Ibarra Clavijo, ‘Ñeque’; José Darío Contreras
Sandoval, ‘Darío’; Yesid Abelardo López Sánchez, ‘Care Lástima’; Jesús David
Pérez Pabón, ‘Javier’, son señalados de prestar seguridad a los encargados de
la distribución y comercialización de drogas y además extorsionar a algunos
comerciantes del barrio El Callejón, teniendo como fachada el servicio de
vigilancia informal en locales comerciales y vías públicas.
Everth Alexander Velasco
Chaustre, ‘Visaje’; Fermín Ramírez Remolina, ‘El Mono’ y Gerson Duran Morales,
también fueron enviados a la cárcel, señalados de prestarle seguridad a
‘Pupis’. Al mismo tiempo, se encargaban del tráfico y transporte de armas de
fuego y el cobro de extorsiones a contrabandistas y finqueros de la zona.
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