El pistolero que llegó a
atacar a disparos de manera indiscriminada al pisicultor Mauricio Martínez,
mientras se cortaba el pelo en una peluquería ubicada en la calle 15 con
avenida 1E, del barrio Caobos, no logró su cometido de asesinar a Martínez, ni
siquiera accionando las dos armas que llevaba en su poder.
Según se conoció, el
agresor llegó en una motocicleta marca Kawasaki KLR, en compañía de otro hombre
que lo esperó a pocos metros de la escena del ataque, se bajó del vehículo y
entró al salón de belleza; cuando ubicó al hombre que estaba buscando mientras
le lavaban el cabello, se paró en frente y luego de llamarlo por su nombre le
disparó en varias oportunidades con una pistola que tenía adaptado un
silenciador y un sistema para disparar en ráfaga.
Un hombre que acompañaba a
la víctima al percatarse del ataque se abalanzó contra el agresor logrando que
soltara la pistola. Martínez fue llevado a un centro médico, donde se recupera.
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