El agotamiento de una
larga jornada de trabajo y no haber dormido para reponer el sueño, al parecer,
fueron las causas del mortal accidente de tránsito que sufrió el patrullero de
la Policía de Norte de Santander, Albeiro Antonio Carrillo Jaimes, de 28 años.
Carrillo, quien desde hace
un año trabajaba en la estación de Policía de Ocaña, entregó turno a las 6:00
de la mañana de este lunes, luego de patrullar durante toda la noche y, de
inmediato decidió viajar en su motocicleta Yamaha BWS, blanca, placa API-82E,
hacia Cúcuta.
Sin embargo, a las 10:00
de la mañana, cuando la víctima transitaba por la vereda El Mestizo, en el
sector conocido como la Curva del Diablo, en la vía Astilleros-El Zulia, al
parecer se quedó dormido, por lo que chocó contra la baranda de protección en
una curva.
Carrillo Jaimes, quedó
gravemente herido en la escena del accidente, pero al llegar dos ambulancias, y
luego de una valoración médica, se determinó que ya no tenía signos vitales.
Una mujer que se
movilizaba en un vehículo, al momento del accidente por el sector, frenó su
marcha y trató de auxiliar al uniformado.
Carrillo tenía puestos
unos manos libres, por lo que se presume que estaba oyendo música.
Miembros de la Seccional
de Tránsito y Transporte adelantaron la inspección y el levantamiento del
cadáver, que fue trasladado al Instituto de Medicina Legal en Cúcuta.
En la carretera quedó la
marca de una pequeña frenada antes de la baranda de protección con la que chocó
el policía.
Carrillo era oriundo de
Labateca. Su familia vive en Chinácota.
En esta vereda, el pasado
16 de octubre, murió una pareja tras sufrir un accidente de tránsito. Las
víctimas fueron Ríos Ruiz Oviedo y Carmen Karina Rico Villán.
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