Un retraso inusual de Luz
Mélida Lozada, de 50 años, para llegar a la casa de sus familiares, alertó, en
la mañana del sábado, a sus parientes de
que algo extraño sucedía.
Cuando una de las hijas de
Lozada fue a la casa, ubicada en la parte baja del barrio Doña Nidia, de la
ciudadela Juan Atalaya, para averiguar qué pasaba, vio por un agujero de la
pared que estaba tendida en el piso de la vivienda.
Como pudo, la mujer abrió
la puerta y luego de revisar sus signos vitales evidenció que estaba muerta.
Lozada estaba mojada y no tenía ropa interior. Al parecer, acababa de bañarse.
Eran las 7:00 de la mañana.
De inmediato, los
familiares alertaron a las autoridades para que se iniciaran las
investigaciones del hecho. Miembros de la Seccional de Investigación Criminal
(Sijín) de la Policía Metropolitana de Cúcuta arribaron al lugar y practicaron
la inspección de la escena y el levantamiento del cadáver.
Aunque una versión preliminar
de los vecinos del sector apuntaba a que se trataba de una violación y un
asesinato, la Policía no pudo confirmarlo o descartarlo.
Según se conoció, la mujer
no tenía rastros visibles de violencia o de abuso sexual.
El cadáver fue trasladado
al Instituto de Medicina Legal en donde se determinarán las causas reales de la
muerte.
Según información
suministrada por algunos allegados, Luz Mélida trabajaba vendiendo jugos y
pasteles en la Transversal 17. La mujer
acostumbraba a ver televisión en la casa de una vecina hasta las 11:00 de la
noche. El viernes, antes de la medianoche, se fue para la casa donde vivía
sola.
Ese día, uno de sus hijos
le dio $10.000 para que comprara los ingredientes necesarios para su trabajo.
“Dejó todo listo para preparar los pasteles”, dijo uno de sus parientes en
medio de lágrimas.
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